1º Año, 17.500km.

sábado, junio 27, 2015 Joaking Edt 0 Comentarios Etiquetas :


Todo esto comienza hace un año cuando sacaba la SuperTenere a duras penas por el umbral del concesionario Expomoto del Cantábrico, con miedo y  alegría a partes iguales.  Creo que me acordaré como si fuese ayer cuando antes de subirme doy una vuelta para observarla desde todos los ángulos, instalo la bolsa de tubo en el asiento trasero, voy cerrando la cazadora y lentamente me voy poniendo el casco que me ha obsequiado Angel.  En aquél momento pensé que esa podría ser la mejor rutina para el resto de los años...   No me había equivocado. Me sigue fascinando como aquél primer encuentro.

Fué menos humillante que cuando recorrí los primeros kilómetros con la Derbi, sacando la mano para indicar el cambio de sentido porque no sabía como funcionaba el tema de los intermitentes, creo que gracias, a que ya había ensañado en mi imaginación como sería aquel primer contacto. 

Lo que me empujó a decidirme por ella, fueron sus formas sin el pico pato o derivados,  el nombre de familia japonesa que le daría fiabilidad, el cardan para hacer kilómetros sin el bote de aceite, la potencia de su motor suficiente para corregir los errores de su piloto y la comodidad en marcha para aguantar largas jornadas en carretera. Todo esto me lo ha corroborado, pero también le he encontrado sus puntos débiles,  defectos todos ellos solucionables, como  la posición un tanto forzada sobre el manillar, un cambio ruidoso y brusco, una pata de cabra muy alta que deja la moto muy vertical o un ordenador de abordo no muy preciso. El yin y el yang en armonia.



Me encontraba subiendo el Puerto de Orduña cuando una horda de malvados duendes se percataron que no llevaba ninguna campanita y aprovechando la parada en el mirador manipularon la moto para que se quedara allí, yerta, a merced de sus deseos , pero haciendo honor a su nombre el super motor pudo con todos ellos y pudimos regresar a casa tras una duro día de batalla.

Pero no todo es alegría en este día, ya que nos deja un programa de radio, Milenio 3, que traspasó la física de las ondas para convertirse en un movimiento, un espíritu de la investigación de casos sin resolver y que tantas noches y días gracias a los podcast me acompañaron. La nave del misterio parte hacia el infinito cosmos dejándonos un década de esperanza, de dramatizaciones inigualables y encuentros fascinantes. #HastaSiempreMilenio3


Nos vemos en ruta.






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