Primeros 5.000km de vida.

viernes, agosto 29, 2014 Joaking Edt 2 Comentarios Etiquetas :

Ya han llegado, más pronto de lo que me esperaba. El tiempo y los kilómetros se suceden sin remedio, formando parte de tu vida y alma, en esta tierra. El calor intenso, el frío madrugador y el agua purificante ya los he probado desde la St1200ze así que bautizada ha quedado para el resto de sus km y días.

La primera revisión de los 1000km los pasó sin ningún contratiempo, en sus dos primeros días sobre las carreteras de su nuevo mundo hemos rodado felices descubriendo horizontes cercanos y los paisajes frondosos de su Asturias. 

Priemera revisión en Expomoto del Cantábrico.

Hemos subido a la urbanización del Branillín en el Puerto Pajares,

Bajado puertos kilométricamente extenuantes. (Puerto del Pontón)

Atravesado hoces ( de Vegacervera) de incomparable belleza,

Nos hemos atrevido con lo impresionante, 
 Embalse de Matalavilla.

Y lo más tóxico de esta sociedad,

Reuniones nocturnas ( Subida nocturna a los Lagos de Covadonga)

Codearse por fin con grandes ruteros y ahora amigos.

Pistas para noveles

Y lugares cercanos pero ignorados. Alto de la Camperona. Sotiello, Sabero


Dándonos la suficiente pericia para afrontar destinos más lejanos, disfrutamos de una ruta por el territorio misterioso y mágico de las Hurdes. Pero antes de camino, no podemos dejar de admirar este puente que no será el más avanzado, ni el más bonito pero su historia y dificultad nos atrae y fascina.


Puente de Requejo.

Continuamos ruta por el embalse de la Almendra sobre el rio Tormes, impresionante obra para formar uno de los embalses artificiales más grandes de Europa. 


Y Alejada unos kilómetros, encontramos la central eléctrica del Salto de Aldeadávila, que nos indica la estación seca en la que estamos al carecer de agua para su funcionamiento.

Desvío que tenemos que coger antes en Aldeadávila de la Ribera.



Nos acercamos a uno de los primeros destinos marcados, Santuario de Nuestra Señora de la Peña de Francia. imponente con sus 1.727m. se alza sobre toda la meseta Salmantina dominado el paisaje.

Peña de Francia.




Descendemos, adentrándonos en el Parque Natural de Las Batuecas, dirección Monsagro. Por esta carretera encontraremos innumerables fuente por las que voy parando para recobrar líquidos y descansar al cobijo de una encina.

Como SantiagOviedo, saqué el trípode coloqué la cámara, pulsé foto retrato con 10s de retardo y corrí hacia la vereda de la SuperTenere, pero como se ve, tengo que seguir practicando.

Llegamos al Mirador de la Carrascas y al fondo la Bajada hacia Casares de Las Hurdes.

Mil curvas por una tierra con rincones misteriosos, sombríos y encantadores.

 Pero esta vez, desciendo por la parte norte de la sierra hacia Riomalo de Arriba. Bajada más espectacular, entre frondosos bosques repoblados en donde el calor se hace insoportable, mermando las fuerzas y doblegando el ánimo. Para llegar hasta aquí, hay que tener las cosas claras y la vida por el invierno debe ser muy dura. Arquitectura sobria pero coqueta, nos da una idea de la divicil vida para sus vecinos.

Extenuado me detengo en la ermita y merendero La Viñuela. Las sombras alertan la caida de la tarde y el ligero sopor que me invade, me hace pensar en la vida de las pobres almas de este valle, apartado de cualquier carretera de principios de siglo, donde el hambre y la incomunicación apostillan "Las Hurdes, tierra sin pan"

Le sigue Ladrillar,  con mucho gentío gracias al verano y aunque mejor comunicada, seguimos estando cerca de ninguna parte.


Después de descansar en Miranda del Castañar, el siguiente día comienza con la visita a Granadilla. Villa amurallada que se remonta al sigloIX y que ha llegado intacta hasta nuestro días, gracias al desalojo a causa de la construcción del embalse de Gabriel y Galán, pero que en realidad nunco estuvo bajo las aguas del embalse. 

Castillo de Granadilla.

Terraza para divisar a los infieles que asedian la villa.
 Amplias habitaciones.

Cómodos y acogedores baños. 

Las calles de la villa conservan su esplendor pero para poder recorrerlas, entrar en sus casas y disfrutar del castillo, hay que venir lo más pronto posible porque esto se convierte en un hervidero de ávidos turistas con sus retoños que dificultará el paseo por sus estrechas calles.

A falta de internet y televisión .....

Circuito para carreras de chapas.

Dejamos atrás la civilización para adentrarnos de nuevo en Las Batuecas. Subida al Puerto Perales, con buen asfalto y curvas rápidas que hacen más llevadero el sol de mediodía.

Desde donde se puede observar el Embalse de Gabriel y Galán.

Abandono las carreteras comarcales y me adentro por pistas asfaltadas. El calor es abrumador pero las vistas y colores lo valen.

Después de Robledillo de Gata, continúo por una incierta pista


que me descubre trozos de lo que un día debió ser una calzada romana.



Más tarde llegué a ver 35º.

La jornada finalizaría en una pequeña pista desde donde se divisaría el meandro del Melero. Si en verano tiene su encanto, no me quiero imaginar el primavera el contraste de color y luces que puede provocar esta parte del rio Alagón. 


El último día tocaba visita al pueblo donde instalé el campamento base. Mirandar del Castañar.

Calles con mucha historia y piedra ....

Calles estrechas donde la vida y el comercio de la pequeña villa se desarrollaba al cobijo de sus murallas y castillo. 

Mis rutas son solitarias, apreciando más una carretera o un paisaje que una ciudad o un gentío. Camino de Lagunilla, me encontré con una bonita baja con paelleras y enlazadas que nos hicieron disfrutar. Lástima que el vídeo se borrara más tarde.


El siguiente punto sería Hervás y su museo de la moto clásica. Para encontrarlo hay que dar unas vueltas porque no está bien señalizado, pero el sitio merece la pena.

Unas instalaciones límpias y amplias donde te permite recrearte con todo tipo de motos, coches, carruajes, triciclos....

Me llamó poderosamente la atención el logo de las primeras Derbis ....  que me hizo acordarme de mi querida Derbi Terra 125.

Instalaciones con diseño que hacen disfrutar del museo y del entorno gracias a un mirador en lo alto de uno de los pabellones.

El dia no hacía más que comenzar pero para mí ya se terminaba. Dirección a Salamanca tuve que abandonar las carreteras comarcales por la A-66 debido a los mareos que empecé a notar. Cada media hora paraba para descansar del intenso dolor de tripa, escalofríos, fiebre y bajada de tensión, y ahí tirado debajo de la supertenere al cobijo de la poca sombra que proyectaba, me di cuenta que lo único con lo que contaba para llegar a casa ese día, era ella y le di las gracias por tener el control de velocidad, su confort, el motor para poder mantener el ritmo por autovía y la autonomía suficiente para no tener que repostar en más de 400km. A veces, la compañía viene bien. 

Y como lágrimas en la lluvia, he visto los 5.000km en su marcador. Hasta ahora el consumo medio es de 4l/100km pero haciendo el mismo ritmo que con la 125cc. porque cuando salgo en moto no tengo ninguna prisa por llegar, sé que lo que vaya a ver, allí seguirá mañana.  Y para mañana me toca solucionar el único punto negativo que siento en la Superteneré, su posición sobre el manillar que creo se solucionará elevando y hacercándolo.  Pero eso, ya será para otro día.



Disfrutar de la vida, la moto y la buena compañía.

Nos vemos en ruta.



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